Muchos autónomos acuden a una gestoría para que les ayuden con sus declaraciones de la renta en Madrid Centro. Su régimen no es idéntico al del ciudadano corriente, y aquí explicamos algunas de las principales diferencias.
Todos los ciudadanos realizamos una declaración del IRPF anual. Sin embargo, los autónomos practican retenciones a cuenta del IRPF en cada una de las facturas que emiten a profesionales. También practican retenciones cuando realizan actividades empresariales. Por eso, si eres un autónomo y trabajas en la capital, lo más probable es que te toque presentar declaraciones de la renta en Madrid Centro cada trimestre.
Las retenciones a cuenta son ingresos que se realizan a Hacienda y que se regularizan periódicamente. Del mismo modo que el trabajador sufre una retención en cada una de sus nóminas, el autónomo calcula cada tres meses a cuánto asciende la retención que debe realizar. Solo que en este caso el obligado a liquidar e ingresar la deuda tributaria es él mismo.
Por eso, los autónomos tienen que realizar un declaración del IRPF trimestral, además de la anual que hacemos todos. Esta declaración se realiza en modelo 130, y pueden ahorrársela los autónomos que practiquen retenciones en más del 70 % de sus facturas. El modelo 130 es el correspondiente al pago fraccionado del IRPF.
Mediante su declaración, el autónomo calculará cuánto tiene que ingresar a cuenta del IRPF por sus ganancias durante el trimestre. Tras liquidar e ingresar la cantidad correspondiente, conviene que guarde su justificante porque, como todos los demás, tendrá que realizar también la declaración anual a la que nos sometemos todos. En esta declaración le tocará ingresar o devolver y se cerrará el ejercicio a efectos de IRPF.
Si te abruma la declaración trimestral, puedes acudir a Gestoría Garde, donde te ayudaremos a ahorrar con tus declaraciones. Además, podemos presentar los modelos por ti.
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